Estuve con mi marido el pasado enero y quedamos encantados con las cabañitas de Sonia. Son muy acogedoras, la calefacción es una gozada por mucho frío que haga fuera, la cama cómoda y grande. El cuarto de baño muy coqueto. No podría resaltar una cosa más que la otra, desde la limpieza, los detalles, la decoración, la confortabilidad, la ubicación, la amabilidad de Sonia y su marido, y el detalle del desayuno del que no se echa nada en falta. Fue un fin de semana genial gracias a todo ello. Sin duda volveremos para visitar el Hayedo en otoño.
Gracias por todo
Estuvo en Enero 2017, en pareja